¿Cómo saber si un profesional consume drogas?

Hace algunos días estuve con unos maestros de infantil, y se despertó en mi una enorme duda, ¿quien educa a quien educa? Esta pregunta, en estados naturales, no representaría ninguna duda, sin embargo, he de decir, que los maestros, profesores, médicos, cirujanos, educadores sociales y demás profesionales que atienden a la educación de nuestros hijos y adultos o nuestra salud son personas.

Seguramente te estarás preguntando a donde quiero llegar, pero la respuesta es sencilla:
¿Cómo saber si un profesional consume drogas?

Sencillamente, no lo sabemos.

Como estaba diciendo, hace algunos días estuve con unos maestros los cuales hablaban de la drogadicción como algo malo y sucio en nuestra sociedad, mientras mantenían una amigable y confortable charla sobre el hachís que se estaban fumando sin miramientos.

Mientras me decían que los drogadictos eran la escoria de la sociedad. Los maestros se fumaban los porros

Esto sorprendió a mis oídos, pues ya lo había escuchado de otros profesionales, tales como médicos, cirujanos y como no, de profesionales que están atendiendo a personas drogodependientes.

¿Como puede ser que siga sucediendo esto? Sabemos que poner controles de alcoholemia está muy bien cuando se expiden multas por conducir ebrio, pero ¿Qué pasa cuando un profesional en cualquiera de sus funciones es el que está bajo los efectos de las drogas? ¿Acaso esto está bien visto?

Ya sabemos que las personas adictas no pueden evitar los consumos , pero si pueden responsabilizarse y evitar situaciones de riesgo tales como conducir bajo efectos y desempeñar funciones que no deberían estar haciendo tras ingerir psicoactivos.

Claro, aún no hay una administración que se ocupe de estas situaciones cotidianas y que sin duda, puede recaer sobre la educación de nuestros hijos, sobre la salud de cualquier persona que pueda ponerse en manos de personas bajo los efectos de drogas. Elevando los riesgos a límites insospechados.

A todo esto deberíamos concluir diciendo que, para la administración pública esto no representa ningún tipo de problema. Resulta que, en ciertos organismos se inventan y reinventan situaciones de riesgo, donde evidentemente, disponen de medios suficientes para acotarlas, o al menos hacer caja a esa costa. ¿Estamos en una sociedad responsable e involucrada en el desarrollo, o por el contrario vivimos humillados a una sociedad anarquista económicamente?

Seguramente ya se habrá contestado, por eso, desde La Penúltima queremos llegar a estas situaciones cotidianas, para lograr una sociedad involucrada en el desarrollo real de la misma.

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