Pérez Molina exhorta a lucha ‘diferente’ contra drogas

Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala
Otto Pérez Molina convocó a revisar las convenciones y acuerdos internacionales sobre drogas.
  • Advirtió que los jóvenes constituyen el sector más afectado por el consumo de drogas y consideró necesario enfrentarlo
  • Sostuvo que el esquema actual no ha traído los resultados deseados

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, demandó ayer a la Organización de Naciones Unidas (ONU) una revisión de los convenios en materia de combate a las drogas tras el fracaso de la estrategia en boga hace medio siglo.

El gobernante guatemalteco, en un discurso de 20 minutos ante la 67 sesión ordinaria de la Asamblea General de la ONU, exhortó a enfrentar “de manera diferente” el problema de las drogas y el narcotráfico transnacional.

Advirtió que los jóvenes constituyen el sector más afectado por el consumo de drogas y consideró necesario enfrentarlo “como lo que es: un problema principalmente de salud pública, más que un problema de justicia penal”.

“Ofrezcamos tratamiento, prevención, protección social, oportunidades económicas y desarrollo para las comunidades involucradas en los mercados de drogas”, planteó Pérez Molina.

Llamó a impedir que “miles” de cárceles se llenen de jóvenes que tendrían futuro sólo “si enfrentáramos el problema de manera diferente”.

Invitó a los países miembros de las Naciones Unidas para “que juntos busquemos caminos que nos permitan darle un mejor horizonte a nuestra juventud, mejorando sus oportunidades de vida, al mismo tiempo que logramos reducir la violencia y la pobreza”.

Sostuvo que “el esquema actual, emanado de las convenciones internacionales vigentes desde hace cinco décadas, no ha traído los resultados deseados”.

Precisó que los mercados de consumo “se expanden en vez de disminuirse; los países productores y el tipo de estupefacientes disponibles se multiplican; y las rutas del comercio y tráfico tienden a diversificarse”.

“El problema de las drogas es cada vez más grande y más complejo. Involucra a más países y a más personas. Ciertamente, se trata de un tema transnacional, y por eso lo traigo a este foro universal de las Naciones Unidas”, explicó.

Según Pérez Molina, “la premisa de nuestra lucha (de los países) contra las drogas ha mostrado serias falencias”, pues “no ha sido posible erradicar el consumo de drogas en el mundo”.

“Creo que es hora de aceptar esta verdad, y de adecuar nuestra lucha contra este flagelo tomando en cuenta nuevas realidades”, insistió.

Convocó a revisar las convenciones y acuerdos internacionales sobre drogas y analizar acciones más efectivas en la lucha contra las drogas.

“Cincuenta años es suficiente tiempo para poder evaluar con claridad lo que hemos hecho y para comprender porque no obtenemos los resultados que todos hubiéramos esperado”, dijo en su primera intervención en la ONU desde que asumió el poder en enero pasado.

Convocó a los estados miembros del organismo a revisar “la normativa internacional que gobierna actualmente nuestra política global con respecto a las drogas”.

De igual forma, dijo, deben revisarse “por sus resultados” la Convención de 1961 y los protocolos adicionales de 1971 y 1988.

“Se trata de un desafío serio, que debe ser asumido con mucha responsabilidad, y que debería conducirnos a un diálogo multilateral respetuoso y franco, alimentado con evidencia científica sobre cuáles son las mejores estrategias” para proteger a los jóvenes de las drogas.

Pérez Molina expuso ante la Asamblea General las tres estrategias de su gobierno -que finalizará en enero de 2016- sobre combate a la desnutrición crónica (que sufren uno de cada dos niños menores de cinco años), reducción de la violencia e inseguridad y más empleo.

Dijo que los esfuerzos que realiza en su gestión para atender estos tres desafíos “se ven parcialmente vulnerados por el flagelo del narcotráfico”.

Hizo ver que “al menos un 40 por ciento de los homicidios se derivan de problemas vinculados” con el tráfico y consumo de drogas.

“Mi gobierno se ve obligado a destinar los escasos recursos fiscales a combatir las bandas transnacionales que se dedican al tráfico de drogas ilícitas, desde los mercados productores del sur hasta los consumidores del norte”, lamentó.

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