- El Ejecutivo trabaja ya en buscar una solución para evitar que la droga confiscada permanezca mucho tiempo almacenada antes de ser destruida
La vigilancia en los depósitos de estupefacientes volvió a quedar en entredicho el fin de semana tras descubrirse la sustracción de 290 kilos de droga, en su mayoría cocaína y hachís, en los almacenes de la Comisaría de Policía de Cádiz. La cifra fue confirmada ayer por la Delegación del Gobierno, que informó que el Ejecutivo trabaja ya en buscar una solución para evitar que la droga confiscada permanezca mucho tiempo almacenada antes de ser destruida.
El robo se descubrió en la tarde del domingo, aunque se sospecha que pudo haberse perpetrado el viernes. Los ladrones consiguieron acceder al búnker a través de un butrón realizado en un edificio colindante. La droga se almacenaba en una cámara con puerta acorazada, pero sin excesiva seguridad en el resto de paredes pese a que allí llegan todas las sustancias estupefacientes que se recogen en la provincia. Los delincuentes pudieron haber inutilizado la alarma y movido las cámaras de seguridad para evitar ser grabados. Se sospecha que sean los mismos que han llevado a cabo acciones similares en otros puntos de Andalucía.
Desde el Sindicato Unificado de Policía ya se había alertado el pasado año de la poca «fiabilidad» del sistema de seguridad del depósito. «Pero solo dijeron que era un asunto competencia de Sanidad Exterior y la Subdelegación del Gobierno», explicó ayer un portavoz, que detalló que tras la queja solo se contrató un vigilante nocturno «por un corto periodo de tiempo».
Ya en 2008 desaparecieron de la Jefatura de Sevilla 154 kilos de cocaína, a los que se sumaron otros 30 kilos en la sede local del Instituto Nacional de Toxicología. También en Málaga se sustrajeron hace casi un año otros 300 kilos de la misma droga que se custodiaba en otra cámara acorazada.