Los tóxicos del tabaco se acumulan en los coches incluso con la ventana abierta

Los tóxicos del tabaco se acumulan en los coches incluso con la ventana abierta
Los tóxicos del tabaco se acumulan en los coches incluso con la ventana abierta
  • La exposición a estas sustancias peligrosas afectan a la salud de los pasajeros infantiles, según un nuevo estudio
  • Estados Unidos, Canadá y otros países están regulando el consumo de tabaco en el interior del coche privado

Antes de encender un cigarrillo en el coche piénselo dos veces, sobre todo si a su automóvil suben pasajeros infantiles. Un nuevo estudio confirma que al fumar se acumulan sustancias tóxicas peligrosas en el interior de los vehículos en niveles que exceden las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. El trabajo, que se publica en la revista «Tobacco Control», advierte que las sustancias contaminantes se mantienen en el interior aunque se fume con las ventanas abiertas o esté conectado el aire acondicionado. Los autores de esta investigación llaman la atención sobre los daños que pueden sufrir los niños que viajen en coches de fumadores porque se convierten en fumadores pasivos, aunque no se fume en su presencia. Los niños, además, son más sensibles al tabaco porque tienen un ritmo de respiración más acelerado, su sistema inmune está menos desarrollado y nmo tienen la libertad de elección de huir de un sitio cerrado con olor a tabaco.

Esta investigación anima el debate que ya han iniciado algunos países como Canadá, Estados Unidos, Australia o Chipre, al regular el consumo de tabaco en los coches. En nuestro país, el País Vasco ha sido la primera comunidad que ha mostrado su intención de regularlo.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad de Aberdeen (Escocia) que firman el trabajo, midieron la cantidad de sustancias tóxicas del interior de 17 automóviles tras hacer más de un centenar de viajes de una duración media de 27 minutos. Catorce de estos conductores eran fumadores. Como era de esperar, los niveles de partículas tóxicas eran directamente proporcionales al número de cigarrillos consumidos por los viajeros. Cinco de los fumadores consumieron 20 o más cigarrillos al día; siete, entre 10 y 19, y el resto menos de diez.

Los fumadores solían abrir las ventanas para ventilar, pero los niveles de partículas tóxicas excedieron el límite de seguridd máxima recomendada por al Organización Nacional de la Salud y que se estima en 25 nanogramos por metro cúbico. En algunos casos, se alcanzaron los 385 nanogramos por metro cúbico.

ABC

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