Día Mundial Sin Alcohol: el huevo o la gallina

El consumo de alcohol es un rito bastante habitual entre la población en general, pero en un panorama agravado por la crisis, numerosas personas «se refugian en la bebida para ahogar las penas». El perfil de los enfermos está bastante definido: hombres, de entre 30 y 50 años, de todas las clases sociales. «Unos se emborrachan con Don Simón; otros, con Dom Pérignon, pero todos sufren una enfermedad». Por esta razón, y con motivo del Día Mundial Sin Alcohol, Cáritas organizó ayer una jornada para la sensibilización de los efectos del alcoholismo.

Esto está muy bien, pero ayer mismo, me reuní con una persona con problemas de alcoholismo. Creo sinceramente, que muchas veces no entendemos muy bien que es una persona con alcoholismo, ya que, en numerosas ocasiones leo frases como “son unos viciosos“, “la culpa es de las malas compañías“, “son personas con poca fuerza de voluntad” o “el drama surge con los excesos que llevan a la adicción“, pero esto no es del todo cierto. Me explicaré: con el alcoholismo se nace o se hace. Qué fue antes, el huevo o la gallina. Esta debería ser nuestra primera pregunta, pero sepan, que hay un componente genético que predispone a la enfermedad del alcoholismo, por tanto, podríamos decir que se nace predispuesto al alcoholismo, sin embargo hay otros dos componentes que han de darse para que el alcoholismo se muestre, o mejor dicho, se llegue a desarrollar tal y como lo conocemos.

Estos otros dos componentes, serían, el psicológico y el social. El psicológico está bastante entrelazado con el social, pues ambos interactúan en nuestra psique. Para el alcoholismo, el componente psicológico podríamos decir que és lo que la persona le afectan las circunstancias de la vida de una manera u otra; así pues, si esta persona tiene un autoestima con la suficiente calidad, tal vez no se daría en ella el alcoholismo. Por el contrario, una persona que ha vivido hechos traumáticos, humillaciones, o no sabe como enfrentarse a la vida por una constante sobreprotección, será más probable que desarrolle el alcoholismo.

El social proviene más tarde, pues se va ajustando al componente psicológico. Así podemos entender que, una persona que se dan los anteriores componentes, se desplace a personas más afines a su alcoholismo, aunque aún no esté definido su alcoholismo.

Cierto es que, el alcohólico se refugia en el alcohol para “ahogar” sus penas, pero es la única manera que conoce, y que le funciona, para olvidar momentáneamente sus dolencias, las circunstancias que duelen sin saber que se está hundiendo cada vez más. No miren a otro lado, puede que usted mismo, sea un alcohólico en potencia, pero esto es difícil de discernir en uno mismo. Para esto hay un trabajo que realmente es curioso, miren ustedes a ver qué cosas hacen más de lo que pensaron al principio que harían; ven más la tele, van más de compras, corren más con el coche, están malhumorados más veces de las que le gustaría, o tal vez, beben más y más a menudo de lo que lo hacían hace años. Claro, discernir si bebo más es menos sencillo, siempre nos parece que bebemos lo mismo. Pero en el fondo, puede que se esté dando cuenta de que eso no es del todo cierto. Esto, por el contrario, no quiere decir que el alcoholismo se está apoderando de usted, pero le pone en alerta, para que al menos, no lo utilice de escape a sus dificultades o inquietudes temporales, pues en momentos de crisis, el alcoholismo crece.

Por tanto, fue antes el huevo que la gallina, no tengo ni idea, pero en el alcohólico es el huevo, pues es una víctima de sus propias circunstancias, y no crean que son personas faltas de voluntad, pues hace falta una voluntad de hierro para salir del alcoholismo.

Alx