La psicosis también tiene dieciséis años

Crece el número de chavales con patologías psiquiátricas, cuya aparición se acelera por el consumo de cannabis

Cuando se trata de drogas, empezar suele ser fácil, pero dejarlo puede resultar a menudo una misión casi imposible. En especial, cuando se consumen sustancias a los que muchos no dan mayor importancia, como es el caso del cannabis. Sin embargo, su uso está vinculado peligrosamente con la salud mental.

Los profesionales de la Psiquiatría han comprobado que su consumo habitual puede adelantar en casi diez años la aparición de psicosis en aquellas personas más vulnerables de padecerla. Este colectivo está formado por «en torno al 10% de la población», afirman.

La psiquiatra del hospital Santiago, Ana González Pinto, ha constatado que esta patología «está apareciendo a edades más tempranas. Estamos empezando a ver chavales en esa situación con dieciséis y diecisiete años». La psicosis se caracteriza por la presencia de delirios, alucinaciones y comportamientos en ocasiones extravagantes.
El 67% de pacientes que presentan esos síntomas es consumidor habitual de cannabis. «Tener psicosis es un problema, pero desarrollarlo antes es un problema aún mayor», recalca la experta. Esta relación tan inversamente proporcional se debe a que, cuando la adicción empieza en la adolescencia, el sistema nervioso central no ha madurado lo necesario. Es una etapa de cambio constante, y, por lo tanto, el momento «más peligroso y vulnerable», enfatiza.

A ello se añade que, cuanto más joven, «menos consciente se es» de las implicaciones futuras. Dicha responsabilidad «recae sobre las familias. Es una carga tremenda que no saben cómo tratar. Por eso, ellos también necesitan ayuda», señala González Pinto. «La droga tiene un riesgo y con eso de que algunas, como el cannabis, se usa para fines terapéuticos, los jóvenes piensan que está bien», agrega.

Cocaína a los veinte
La doctora advierte, además, de que en otros países se ha visto que, personas sin riesgo alguno de padecer psicosis y que han mantenido un consumo continuado «durante más de seis años», han desarrollado alguno de sus síntomas.

La buena noticia es que, en gran parte de los casos, los pacientes que siguen un tratamiento pueden revertir en buena medida el proceso. Para ello es necesario, además de tomar antipsicóticos, asistir a una terapia, lo que en ocho de cada diez casos supone el ingreso en el servicio de Psiquiatría del hospital Santiago.

Setenta profesionales tratan allí a una media de 800 pacientes anuales. De ellos, una quinta parte sufre psicosis y otra proporción similar padece otros trastornos motivados también por el abuso de alcohol y de otras drogas.

Una de las más comunes es, sin duda, la cocaína. Su afección está resultando «tremendamente dañina. Sobre todo, a partir de los veinte años», asegura González Pinto. «Provoca que la evolución de los pacientes sea mucho peor, ya que se asocia a riesgos de suicidio, incrementa el número de ingresos y, además, complica el tratamiento», resalta.

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